La maniobra fue muy sencilla, no hubo violencia y en cuestión de pocos minutos el delincuente se alzó con los ahorros de un adulto mayor. Esta modalidad de «cuento del tío» es muy utilizada y desde hace semanas que la distribuidora Edersa advierte a sus clientes que hay personas que se hacen pasar por empleados para robar en las viviendas.
Esta vez sucedió en Regina, donde un hombre vestido con pantalón de jean y camisa similar, golpeó en la puerta de la vivienda de un hombre de 75 años, en la zona suroeste de la ciudad. Eran cerca de las 18, cuando el falso operario de la distribuidora de electricidad se presentó y aseguró que había un problema en la zona y debía «revisar el pilar». Así pudo sortear las rejas y acceder al patio delantero.
Pero aún debía buscar la forma de entrar a la vivienda, entonces solicitó revisar la térmica y ya adentró, puso cara de preocupado y le dijo al hombre que «había encontrado el problema, pero que debía comprar una nueva llave» y para eso le pidió 8 mil pesos.
El hombre fue hasta la habitación a buscar el dinero, mientras el delincuente esperaba. Ambos salieron de la vivienda y allí el falso operario volvió a mostrar sus dotes actorales, fingió haber olvidado una pinza y regresó sólo al interior.
Esta acción fue muy rápida y pasó directo al dormitorio donde agarró el resto del dinero que el anciano resguardaba en un bolso, que había dejado sobre la cama. Con el botín en su poder, salió de la vivienda y dijo que no la había encontrado, que seguramente la había dejado en la camioneta. Algo absolutamente falso, porque el delincuente llegó caminando.
Así, de esta forma salió del domicilio con los ahorros del hombre, que se quedó esperando que el operario regrese. Cuando ya habían pasado varios minutos, y al ver la tardanza excesiva, volvió a su habitación y comprobó que le faltaban los ahorros, unos 260 mil pesos. Aunque llamó a la Policía, le tomaron la denuncia pero ya el delincuente había desaparecido de la zona.
