El estado de Milagros Tapia (21), la joven policía que el 11 de mayo recibió un disparo de arma de fuego en la zona abdominal, sigue siendo grave y según se informó en las últimas hora, tuvo que ser trasladada a la ciudad de Neuquén a un centro de mayor complejidad. Por el hecho, su pareja que también forma parte de la fuerza rionegrina, está detenida y le formularon cargos por intento de femicidio aunque el joven rechazó los cargos.
Milagros fue asistida en un principio en el hospital Área Programa de Villa Regina pero las lesiones en la zona hepática se fueron agravando por lo que finalmente se decidió su traslado a centro médico CMCI de la ciudad de Neuquén. Por lo poco que se pudo saber hasta el momento, la joven fue sometida a una serie de cirugías en el hospital local y al momento del traslado todavía estaba siendo asistida por respiración mecánica.
«Su estado sigue siendo muy grave y por eso se decidió el traslado a la vecina ciudad donde tendrá una mejor atención médica. Su estado sigue siendo realmente muy grave», dijo una fuente médica.
La historia detrás del disparo
El sábado, Tapia fue trasladada en un auto al hospital de Regina. Su pareja, Miguel Pacher (26), quien también se encontraba en la vivienda ubicada en calle Martín Fierro 119 cuando se produjo la detonación de la pistola 9 milímetros quedó en el centro de la escena y como principal sospechoso de un posible intento de femicidio.
La joven de 21 años presentaba el ingreso de un proyectil que le perforó el intestino, le hizo perder un riñón y también le provocó una grave herida en el hígado lo que terminó por complicar su cuadro general.
Horas después se realizó la audiencia de formulación de cargos. El fiscal Juan Carlos Luppi entendió que se trató de un intento de femicidio y si bien desatacó que todavía faltan producir pruebas, estaba clara la acción que habría llevado adelante Pacher en su domicilio particular.
La calificación legal que se solicitó para que se tuvieran por formulados los cargos es la de “tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género, agravado por haber sido cometido con un arma de fuego”, según los Artículos 42, 44, 41 bis, 80 incs 1 y 11 del Código Penal.
Pacher rechazó la acusación y aseguró que Tapia tiene «una tendencia suicida» y aseguró que nunca agredió a la joven. Es más contó que ese mediodía, y como lo hacía habitualmente, Tapia había tomado el arma que él mismo dejó en la habitación y con ella «amenazó» con dispararse porque la relación ya había llegado a su fin. Pero por sus propios dichos, la joven accionó el arma y se generó la lesión en la zona abdominal.
El juez Gastón Pierroni dispuso la formulación de cargos y la prisión preventiva de 4 meses del joven quien integraba la Brigada de Criminalística de Villa Regina.
